HUELLA DEL TIEMPO

Antiguas cocheras de metro de Cuatro Caminos. Antonio Palacios.

En el proceso de rehabilitación se potencia lo existente, aportando del pasado su esencia arquitectónica. El cambio es la condición esencial de la vida. Los espacios ya no guardan las mismas funciones, y algunas de sus principales características se vuelven obsoletas.

Mantener la huella de lo que ha existido a lo largo de los años, reutilizar la estructura en diente de sierra preexistente para dar lugar a una nueva arquitectura.

La luz cenital se tumba dando paso a una luz horizontal y enmarcando las vistas. El perfil en diente de sierra se proyecta sobre la planta, aparece una nueva composición. La cercha pierde la función, pero no la esencia, formando parte de la huella del tiempo.

La construcción está en constante interacción con el jardín, legando este a introducirse en alguno de los espacios. El pavimento continuo entre el jardín norte y el tránsito de las aulas hace que se entienda como un todo.